miércoles, 22 de marzo de 2017

12. CARTA SIN DESTINO

  Entrada que simplemente es eso... una carta sin destino.

  Me gusta cuando recibo tu mensaje de buenos días. Es agradable saber que piensas en mí recién levantado.

   Me gusta cuando en la ducha recuerdo tus manos recorriendo mi cuerpo y eso hace que se me olvide que no he encendido el calentador.

   Me gusta cuando, al ponerme el café, recuerdo que a ti te gusta con el doble de azúcar que a mi. Aunque ya me voy a acostumbrando a ese sabor dulzón, ya que lo preparo a tu gusto gracias a que el recuerdo me despista.

   Me gusta cuando al mirarme al espejo, antes de salir a la calle recuerdo tu voz diciendo "pero que buen culo te hace ese vaquero". Salgo de casa con una sonrisa que ilumina la oscura escalera.

   Me gusta cuando de camino al trabajo veo cada farola que nos ha visto besarnos. Incluso en aquella noche de lluvia sin paraguas.

   Me gusta llegar al trabajo y escribirte un chiste que sé que te hará reír cuando lo veas.

   Me gusta cuando a mitad de mañana recibo un mensaje tuyo diciéndome qué tal ha ido tu día y preguntándome por el mío. Aún sabiendo que para ello utilizas 5 de los 10 minutos que tienes para almorzar.

   Me gusta cuando me pides que te recuerde algo sabiendo que mi memoria es mucho peor que la tuya.

   Me gusta cuando nos vemos y tu amplia sonrisa dice lo mucho que me has echado de menos.

   Me gusta cuando tienes un mal día y me lo dices. Porque sé el gran esfuerzo que te cuesta abrirte a alguien.

   Me gusta cuando te digo que estoy triste y no paras hasta conseguir que sonría un poco.

   Me gusta cuando saltas de alegría porque algo bueno me ha pasado y te da igual quien esté mirando.

   Me gustan nuestras conversaciones nocturnas cuando no dormimos juntos. Porque con ellas desnudamos el alma y salen a la luz nuestros secretos más íntimos.

   Me gusta cuando nuestras conversaciones profundas nos permiten conocernos mas.

   Me gusta cuando te digo que te echo de menos y con tus palabras consigues que me olvide de la distancia que nos separa.

  Me gusta cuando te cuento mis sueños y me ayudas a conseguirlos.

  Me gusta, cuando después de un enfado, nos reconciliamos desnudos en cualquier parte de la casa.

  Me gustan tus besos, porque dicen sin palabras todo lo que sientes por mí.

   Pero lo que más me gusta de todo es pensar que los sueños se cumplen y que algún día esta carta sin destino empezará con un "Querido ..."


No hay comentarios:

Publicar un comentario