jueves, 23 de marzo de 2017

13. UNA TAZA DE CAFÉ CON LECHE DESCAFEINADO


Relato que habla sobre una primera cita. Publicado el día 4/6/2012.

   Laura anda despacio. Está muy nerviosa. Camina por las calles de la ciudad mirando al suelo, cosa que siempre le ha ayudado a pensar. De vez en cuando levanta la vista para asegurarse que va en la dirección correcta y que no tiene ninguna farola ni semáforo en medio de su camino. Está seria, y por más que intenta respirar hondo siente que sus pulmones no se llenan de aire. Intenta relajarse pensando que es tan sólo una cita mas. No puede, sabe que no es así. Lleva meses esperando ese día. Aún hoy no se lo cree mucho y tiene la sensación de estar viviendo un sueño. Él y ella. Solos. Un café y una animada charla. Sin horarios. Tiene muchas ganas de llegar, de preguntarle todo lo que lleva meses queriendo saber, de mirar en sus ojos sin miedo a perderse en ellos, a que alguien pueda notar algo.

   Se conocen desde hace un año y medio. Fue el día de noche vieja, en casa de un amigo común. Desde que se saludaron sintieron afinidad pero se vieron obligados a disimularlo ya que ambos tenían pareja. Gracias a ese amigo se han visto varias veces. Siempre con mas gente.

   Durante el año la soltería ha llamado a sus puertas por diferentes motivos. Cuernos por parte de la ex en el caso de él y una futura suegra muy posesiva en el caso de ella.

   Hasta hace unos día Luis no le había pedido una cita formal. No se atrevía, pensaba que ella iba a rechazar su proposición y no quería arriesgarse a una negativa. Tienen muchas cosas que contarse y por eso está tan nerviosa. Quiere saberlo todo. Desde cómo se enteró que su ex le ponía los cuernos hasta por qué hoy quería quedar con ella y no hace un mes, pasando por lo que sintió el día que la conoció. Es un chico guapo, encantador, simpático, una persona con la que se puede hablar de todo y que no juzga sus ideas. Cuando está a su lado se siente pequeña. No le gusta eso, pero es la realidad y sabe que mentirse no es el camino correcto, así que lo asume con resignación. Nota nervios cuando le siente cerca, ganas de tocarle, de acariciar sus manos, de mirarle a los ojos y decirle "me gustas". Hoy tendrá una oportunidad para hacerlo. Tal vez no le diga lo que siente, no con palabras. Cuando miras a una persona que te gusta tus ojos te delatan y no puedes evitar que envíen dicho mensaje.

   Está en la puerta del bar. Inspira hondo y sin soltar el aire, abre la puerta. Es la primera persona a la que ve. Ya en la mesa da vueltas a su taza de café. Nunca le ha gustado mucho el sabor, pero con leche no le resulta tan fuerte. Lo ha pedido descafeinado, no necesita nada que altere mas sus nervios. El movimiento de las manos de Luis le delata. También está nervioso y no puede ni quiere disimularlo.

   -Tenía muchas ganas de quedar contigo. La verdad es que me ha costado decidirme porque no sabía si te apetecería. Luego pensé... bueno, le propongo tomar un café como amigos si me dice que no, no pasa nada. Me alegro que hayas aceptado la invitación y que sepas que estoy muy nervioso. Hace mucho que no quedo con una chica como tú.

   Laura respondió con una mirada interrogativa y él le contó lo que sentía.

   Cuando sólo quedan bares de fiesta abiertos Luis y Laura caminan hacia casa de ella. No quieren meterse en un garito donde no van a poder hablar. La pareja de amigos caminan uno al lado del otro. En las horas que llevan juntos se han puesto al corriente de la vida que han tenido antes de conocerse. Sin querer sus manos se rozan y mientras hablan del trabajo de él se dan la mano. Laura cierra los ojos y desea con todas sus fuerzas que ese momento no termine. Si antes estaba nerviosa, ahora mas. Si antes le gustaba, ahora le encanta. Si antes tenía ganas de besarle, ahora sus ojos sólo miran los labios carnosos de la persona que habla a su lado.

   Cuando llegan al portal, las palabras sobran. Tan sólo una mirada y sucede aquello que llevan deseando desde hace meses. Con un beso da comienzo una relación que no se sabe cuanto durará pero que ambos quieren que empiece.

   Luis camina por la ciudad en dirección a su casa. Recuerda cuando salió, lo nervioso que estaba, la inseguridad que sentía, las ganas que tenía de verla. Nada ha cambiado, sigue sintiendo inseguridad y aún tiene mas ganas de ver a la mujer que le ha robado el corazón. Ya no está nervioso, ahora sabe que es correspondido y le da mucha tranquilidad. Han quedado para comer el día siguiente y tal vez entonces tenga el valor necesario para decirle lo que no ha sido capaz hoy... te quiero.

4 comentarios:

  1. Me alegro mucho por Laura y espero que sea sólo un principio.

    Buen relato

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    1. ¡Gracias amigo! De momento Laura tan sólo es la protagonista de un relato. Pero lo cierto es que la envidio (envidia sana) y me gustaría encontrar a mi Luis. Quien sabe, tal vez lo tenga mas cerca de lo que me atrevo a pensar... o tal vez deba esperar año y medio como hicieron Laura y Luis. Sea como fuere, el tiempo es el único que tiene la respuesta.
      Gracias por tu comentario y por leerme.

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  2. Está claro que esto es tan solo el comienzo de algo más. Qué casualidad yo también tengo un relato protagonizado por un Luis y una Laura, espero que a los tuyos les vaya mejor que a los míos.

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    1. ¡Hola Avelina!

      Los nombres de Laura y Luis me gustan mucho para los relatos porque son cortos.
      Tengo curiosidad por saber qué les habrá pasado a tus protagonistas. Ya me dirás donde puedo encontrar ese relato.

      La historia no está basada en un hecho real, así que no sé cómo les habrá ido.

      ¡Muchas gracias por tu comentario!

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