martes, 14 de marzo de 2017

4. QUERIDO NUEVO AMOR

El pasado día 29/09/2015 escribía este relato a modo de carta.   


     Hola cariño:

     ¿Qué tal estás? ¿Qué tal a ido el día? ¿Has dormido bien? Espero que tus respuestas sean positivas. De no ser así, aquí me tienes para poner alguna que otra sonrisa a tu día. Sabes, y si no lo sabes te lo digo yo, que puedes contar conmigo para lo que necesites.

     ¿Te cuento una cosa? Me noto cambiada. Si. Llevo desde la adolescencia viviendo historias de amor. Cada una diferente a la anterior. He aprendido mucho de cada lágrima derramada después de las rupturas. No siempre ha sido justo después. En alguna ocasión me ha costado años darme cuenta de los errores. A día de hoy, sé como soy. Lo asumo. Soy la imperfección en persona con alguna virtud. Estoy contenta. Me acepto.

     ¿Qué quiero de tí? Lo que estés dispuesto a darme. Una caricia, un beso, un te quiero dicho con la mirada... Lo que te salga en cada momento. Que seas libre, que tengas tu vida hecha, tu grupo de amigos de toda la vida, el de fútbol o el de petaca, que seas feliz sin mí, pero un poquito mas conmigo. No sé... tal vez pongo el listón muy alto. Es mucho lo que estoy dispuesta a dar y lo que deseo recibir. Cariño, no quiero todos los días un mensaje de buenos días ni todas la noches una carita con corazoncitos. Quiero mucho más que todo eso, quiero lo difícil. Una visita inesperada al trabajo, una llamada de dos minutos para decirme que me echas de menos, una rosa de gominola cualquier día de un mes cualquiera, tu mejor sonrisa cuando nos veamos... en definitiva, que tengas ganas de estar a mi lado. Lo que estoy dispuesta a darte se resume en una palabra: todo. Lo siento, no sé dar menos. O doy o no doy. No estoy orgullosa de no ser capaz de ver los grises pero soy así y lo compensaré con otras virtudes.

     Para finalizar, sólo decirte que espero impaciente el día en el que te des a conocer. Lo siento, la paciencia es una cosa con la que trabajo cada día para tener mas de ella. Tengo ganas de sentir ese cosquilleo en el estómago que yo llamo hormiguitas. Mirarte, que me mires y de esta manera tener la certeza de que algo bonito va a suceder. Eso sí, hazme un favor. No tengas prisa. De verdad, no la hay. Tengo muchas cosas que quiero hacer antes de notar esas hormiguitas y quiero tener lo deberes hechos. El trabajo principal que quiero hacer es a nivel interno, cambiar alguna cosa que no me acaba de gustar y pontenciar un poco mas mi parte positiva. Pero bueno, que si eres tan impaciente como yo, no te voy a dar la espalda. No sería capaz de decir no a mi sentimiento favorito, el amor.

   Un beso.

Tatiana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario