domingo, 26 de marzo de 2017

16.DEDICADO A ISABEL


En esta ocasión no hablo de un amor romántico. Pero es un amor verdadero. Una carta escrita con el corazón, la publiqué el día 18/3/2012. No quiero retocarla, por eso no tiene puntos y aparte. 

Te quiero. Es la única explicación que le encuentro a lo que siento. Todavía hoy, lloro al recordarte. No es siempre, pero cuando tengo el corazón algo sensible una lágrima resbala por mi mejilla cuando tu recuerdo viene a mi mente. Creo que nunca te he dedicado una entrada, y eres la persona que mas se la merece. Gracias a tí estoy aqui, escribiendo y luchando día a dia. Desgraciadamente no puedo recordar todo lo que me enseñaste, que seguro fue mucho, pero si me quedo con lo sucedido el dia que te fuiste. Luchaste. Eso es lo importante. No fue suficiente, pero lo intentaste. Ese es el último recuerdo que tengo de tí. Lo que vino después no tiene importancia. Se rompió el lazo y el dolor la mirada ausente no tienen descripción posible. Relatar la tristeza que se siente en ese momento... no. Hay cosas que no admiten adjetivos. Tan sólo el corazón sabe lo que es. Y por eso se que te quiero. Y lo haré hasta el día que nos reencontremos, y cuando sucesa eso, lo seguiré haciendo. Ya perdonarás que no siga escribiendo, pero no soy capaz. Te echo de menos. Cada noche, cuando voy por la calle, miro al cielo y te busco. Pregunto cosas y al instante se la respuesta. Se que estás ahi, y me alegra que sea así, aunque e de reconocer que preferiría tenerte un poco mas cerca. Bueno, mamá, me despido hasta la próxima. Gracias por haberme dado la vida y sigue dándome fuerzas para seguir viviéndola. Un besazo enorme de la única persona que te amará como nunca nadie lo hizo.

4 comentarios:

  1. ¡Hola! ¿Roto? ¿Serías tan amable de explicarmelo? Un saludo.

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  2. MADRE AUSENTE
    =================

    Como una hada dormida, estaba aquel día,
    y una tarde trágica la tierra abandonó.
    Yo no estaba preparada, no entendía,
    como una flor marchita su frente doblegó.

    A su nueva morada se iba en un momento,
    entre llanto y tristezas, llegó su despedida.
    Le dimos un beso a su cuerpo sin aliento,
    estaba muy quieta, parecía que dormía.

    De noche los recuerdos pasaron por mi mente,
    recordé en un momento casi toda mi vida.
    Lágrimas y risas que pase en su compañía,
    sus consejos, su dedicación y alegría.

    Junto a ella, no olvidaré las horas vividas.
    A mi lado sufrió cuando me vio vencida
    Daría lo que tengo por sentir sus manos en las mías.
    Su vida fue mi vida, pero había llegado su partida.

    Hoy que no la tengo en este bendito día,
    nada puedo hacer para devolverle la vida.
    Solo recordarla en alguna melodía,
    y llorar cuando recuerdo la imagen de aquel día…

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    Respuestas
    1. Gracias por tu poesía, Mazinger, y por leer la entrada. ¡Un besico!

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