miércoles, 15 de marzo de 2017

5. ESPINITAS

Entrada publicada el día 12 de febrero del 2013. Dejo la presentación que hice sobre el texto.



Entrada sobre esas espinitas que se quedan en el corazón y no se van...

   Hoy quiero que eches la mirada atrás y recuerdes. Quiero que pienses en esa persona especial. Ese amor de infancia o de adolescencia que se te quedó como una espinita clavado en el corazón. Hoy quiero que pienses en ese nombre que te hace sonreír con tan sólo oírlo. Tal vez con esa persona no hayas tenido una relación, tal vez sólo hubo cuatro besos o simplemente fuisteis solo amigos. El tiempo, la distancia o la vida hizo que vuestros caminos se separaran. En esta ocasión no hablaré de mí pero sí contaré cuatro historias.

   La primera es breve. Una amiga tiene un hijo y se llama igual que su amor platónico. Puede que "amor platónico" no sea la mejor expresión... pero todos me entendéis.

   La segunda me la contaron hace muchos años. En esta ocasión era él el que recordaba con un brillo especial en los ojos a esa compañera de colegio. No recuerdo si llegaron a besarse o no pero lo que sé a ciencia cierta es que nunca la olvidará. Lo sé a pesar de no tener ya contacto con la persona que me contaba la historia.

   La tercera es la que me ha hecho escribir esta entrada. Ella le conoció en casa de una amiga. Por aquel entonces el chico en cuestión tenía novia y la dejó días mas tarde. Se vieron varias veces a lo largo de los años. Casi siempre coincidían por casualidad y en tan sólo dos ocasiones quedaron. Con especial emoción ella recordaba dos noches. Una en la que no quiso acostarse con él y lloró durante horas en su baño y otra en la que simplemente estuvieron hablando. Ahora ella quiere volver a verle. A pesar de los años y de no haber hablando durante este tiempo su corazón late de manera especial cada vez que escucha su nombre. Sabe donde trabaja y quiere hacerle una visita. Puede que con ese encuentro empiece una bonita historia de amor y la espina se convierta en un amor correspondido. O puede que suceda todo lo contrario y se de cuenta de que lo tiene idealizado. Sea como fuere, le deseo lo mejor.

   Y ya por último os contaré lo que sé de una historia de amor. Para mí es especial ya que la protagonista fue mi madre. Ella quería mucho a un chico, era un amor correspondido y hasta donde yo sé eran novios. Un día al chico le dio un ictus facial y se le paralizó media cara quedando con la boca torcida. Mi abuela le prohibió volver a ver a ese chico. Mi madre le hizo caso pero sé que esa espinita se quedó ahí.

   Que en el pasado hayas tenido un amor inolvidable no significa nada. Hay gente que no lo ha tenido y vive feliz, al igual que quien lo tiene. Lo que sucede con esas personas es que dejan una huella mas profunda que otras que hayan pasado y en vez de ser un compañero de trabajo o un vecino que te cae muy bien es alguien con quien has compartido miradas de esas que solo entienden las dos personas. Y por alguna razón las recuerdas siempre. ¿Qué pasaría si te volvieras a encontrar con esa persona? Tal vez nada, porque tu corazón ya está ocupado o tal vez todo porque en vuestro destino estaba encontraros con el paso de los años. Sea como fuere, hay que disfrutar del presente y dejar esa espinita en el lugar que se merece... en una gran caja llamadas "recuerdos".

4 comentarios:

  1. Siempre las cosas se ven con otra perspectiva pasado un cierto tiempo, no se puede vivir de recuerdos, aunque sean agradables, tal vez lo que nos atormente es no haber sido valientes en su momento, cómo es imposible recuperar un pasado que se perdió lo mejor es dejar las "espinitas" en su lugar, se corre el peligro que no salga o que al sacarlas la herida sangre....

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    1. Gracias anónimo por tu visita y tus letras. Estoy contigo, no se puede vivir de recuerdos, hay que vivir del presente, no del pasado. Sí, yo creo que las "espinitas" y la falta de valor van de la mano. Tal vez si hubiéramos dado ese beso, o dicho ese "te quiero" o simplemente cogido de la mano hoy serían el recuerdo de una relación y no una "espinita". No sé... yo creo que nunca es tarde para mirar a los ojos a la espinita. No hay nada que perder y puede que mucho que ganar. En caso de que la herida sangre... siempre habrá algo o alguien que nos ayude a cicatrizarla... puede que simplemente el tiempo sea el encargado de dicha labor. Me ha gustado tu comentario, de nuevo, gracias por tu visita.

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  2. Creo que esas cosas que llamamos "espinitas" o recuerdos, es nuestro bagaje, nuestra riqueza, lo que ha hecho que hayamos llegado al punto en el que estamos y que hoy seamos quienes somos; yo los guardo como si fueran tesoros, a sabiendas de que esos momentos no volverán, pero cuando los rememoro siguen produciendome esa emoción que no trato de amortiguar ni olvidar sino retener porque es parte de mi, y procuro continuar adelante con todo lo que soy y voy recogiendo por el camino. A veces tenemos dudas, tomamos decisiones, pero como una amiga me dijo un día, no hay caminos buenos o malos, solo hay caminos, que sean buenos o malos los hacemos nosotros mismos día a día y momento a momento.

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    1. ¡¡Muchas gracias por tu comentario Firmina!! Te doy la razón en todo. Forman parte de nuestra forma de ser. Nuestros recuerdos somos nosotros mismos. Un abrazo.

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