lunes, 30 de agosto de 2010

QUERIDO DIARIO...

Al final, y tras mucho pensarlo, consultarlo con la almohada y contigo, me quedo en la habitación. La puerta que estuvo cerrada, llena de interrogantes y hasta con candados, ahora está abierta de par en par. Los recuerdos siguen en las paredes, pero no las llenan del todo, esperan a nuevos recuerdos para poco a poco ir llenándose de buenos momentos. Momentos inolvidables que pienso vivir a tu lado, junto a ti. Pienso que más que una oportunidad al amor, nos hemos dado una oportunidad a nosotros mismos, dos personas con un pasado difícil y con muchas ganas de ser felices. Nos lo merecemos. Hoy me siento rara, es como si nada hubiera pasado, cuando en realidad ha pasado de todo. Lo que ha sucedido enriquecerá nuestra relación. Conforme pasen los días y las aguas vuelvan a su cauce la cosa irá mejor. Me sentiré más cómoda a tu lado y desearé que el tiempo se detenga, que no avance, para así poder retener en mi memoria cada momento bueno que nos queda por vivir. Te amo, y aunque tú hoy no me lo hayas dicho, sé que lo sientes, tus ojos hablan por ti. Mi intuición no ha fallado y seguiré confiando en ella... En ella y en ti. Bueno, y tras esta declaración de amor, me voy a ver un rato la tele, dando por finalizado el apartado de "Diario".

sábado, 28 de agosto de 2010

EUROS, PESETAS, REALES...

- Mamá, ¿por qué no me compras un helado?
- Porque no tengo un duro.
- ¿Qué es un duro?

Conversación real mantenida esta misma tarde. Me ha hecho sentirme mayor el hablar de las pesetas. He recordado cuando mi padre contaba que con una peseta compraba no se cuantas cosas y con un real otras tantas. El tiempo pasa y todos nos hacemos mayores, y mis chicos son del euro. En una hucha guardé una moneda de cada para que cuando tuviera hijos poder enseñárselas. El día que la encuentre, la romperé, ya que es de las que no tiene agujero, y les enseñaré con las monedas con las que compraba chicles, caramelos y hasta paga el autobús. Qué tiempos aquéllos, en los que mi padre me enseñaba el billete de una peseta...

jueves, 26 de agosto de 2010

SILENCIO

En casa, ahora, hay silencio. Igual que en mi corazón. Está cansado. Siente que no le hago caso y que por muchas ideas que dé no va a ser escuchado. Me duele sentirle así y no es que no quiera hacerle caso, es que no puedo... no debo... ¡Qué difícil! La razón también permanece en silencio. Cansada de hablar, de exponer sus ideas, de que le diga que sí a todo y no haga nada. Está a la espectativa de que el contricante ataque de nuevo. Y en medio estoy yo. Echa un lío. Me siento como un ovillo de lana que espera que una dulce abuela lo desenrede y haga un bonito jersey. Mientras llegue esa amable señora, seguiré en silencio, a la espectativa. Continúo en la habitación, con la página entre las manos, sin atreverme, sin querer pasarla. Cada día las imágenes de las paredes cobran más realismo y se multiplican. El candado que puse se ha caído y sé que con una brisa la puerta se abrirá de nuevo. El ventanal, a mis espaldas, aparece de forma intermitente. Sin saber si quedarse o irse. Mientras tanto, mientras me decido, sigo en silencio.

miércoles, 25 de agosto de 2010

En realidad hoy no tenía nada pensado para escribir, pero tengo la necesidad de hacerlo. Lo de escribir en el blog se ha convertido en una costumbre y me ayuda a expersar con palabras lo que pienso y siento en cada momento. Hoy ha sido un día normal, con celebración de cumpleaños incluída. En el trabajo bien. Y en el terreno sentimental... sin novedades. Y mucho me temo que estaré así una temporada. Bueno, pues ya que veo que no tengo mucho que contar, voy a leer un rato cosas que escribí hace 12 años y luego a dormir.

GRACIAS GUAPO


En esta ocasión quiero dedicarte una entrada a ti. Tú eres esa persona que en poco tiempo me ha puesto la casa patas arriba. Te has metido hasta la cocina, has urgado en mis sentimientos, has sacado las mejores galas de mi recién estrenado armario y te has ido por la puerta, dejando tras de ti una caja llena de recuerdos. Te quiero ¿sabes? te quiero un montón. Me gustaría decirte que sólo como amigo, pero no sería sincera y es algo que siempre he sido contigo. Eso sí, voy a luchar por dejar de quererte como un hombre y te voy a querer como un amigo. Pero antes de todo eso quiero dedicarte esta entrada para darte las gracias por todo lo que has hecho por mí. Me has enseñado que la bondad sin límites existe, que todavía hay personas buenas caminando por la calle, que la amistad sincera y la honestidad no han pasado de moda. Como decía antes, te has metido hasta la cocina. Me has dado a probar tus canelones, has conseguido que venciera el miedo que tenía a que algo saliera mal y has sido valiente para no seguir adelante con algo que no tiene futuro. Valoras mucho nuestra amistad y no quieres perderme como amiga, no quieres discutir conmigo por tonterías y por eso has dado el gran paso. Gracias. Aunque ahora esté dolida y el corazón proteste porque ha perdido su batalla, yo sé que pronto aceptará la situación. Sólo espero que el tuyo haga lo mismo y me reserves ese pisazo que yo estoy preparando para ti. Tiene hasta terraza grande y todo ¿eh?. Para que no te quejes y me invites algún día a ver las estrellas junto a ti mientras hablamos de todo y nada a la vez, como hacen los grandes amigos. Estaría toda la noche dándote las gracias por cada minuto que hemos pasado juntos, pero no dormiría y mañana mis clientes pensaría que he salido por ahí de fiesta... y como que no es plan. Así que lo voy a dejar aquí. Te voy a mandar un besazo enorme en los morros y luego te pediré perdón por hacerlo. Y que sepas que me vas a tener aquí siempre para lo que necesites. Te quiero.

martes, 24 de agosto de 2010

LUCHA INTERNA

Corazón contra razón. Esta es mi lucha interna actualmente. En realidad es una batalla perdida para el corazón, pero no piensa rendirse y me hace pasarlo mal. Lloro, estoy triste, le echo de menos... Todo es cuestión de tiempo, de mantener la cabeza ocupada y reunir fuerzas para abrir la ventana, o ventanal, y tirar para adelante. Pero ahora me cuesta. Sé lo que quiero y sé que estoy haciendo lo correcto. Ahora sólo falta que el corazón se rinda, que deje libre el chalet del amor y habilite un pisazo para su nuevo inquilino, mi mejor amigo.

lunes, 23 de agosto de 2010

QUERIDO DIARIO...

Bueno, pues toca escribir una nueva página de mi diario. Todavía sigo en la habitación. La puerta ya no tiene los interrogantes. La página con el capítulo que lleva tu nombre pesa mucho. Ha sido un episodio que siempre llevaré dentro de mí. Me cuesta un poco moverla, pero estoy segura de que lo conseguiré. En cuanto a lo de la ventana... hoy alguien me ha dicho que es un ventanal. Así que lo buscaré con interés por las paredes, entre las pinceladas de los buenos recuerdos. Sé que detrás del cristal hay un largo camino que no sé dónde me llevará. Tengo ganas de recorrerlo. Vas a estar a mi lado, no como me lo había imaginado, pero tu ayuda va a ser fundamental. Cuento con ella y eso me da ánimos para continuar hacia adelante. Desde estas líneas quiero agradecer a la gente que me da su apoyo y quiero que sepan que me tienen ahí para lo que necesiten. Por hoy pongo punto final a esta página. Confío en poder ser más optimista mañana.

domingo, 22 de agosto de 2010

QUERIDO DIARIO...

Cuando se cierra una puerta siempre se abre una ventana. Esta frase me la dijeron ayer y me quedo con ella. Ahora estoy buscando la ventana, me agobia el sentir que la habitación donde estoy no tiene salida. La puerta se ha cerrado pero yo todavía no he hechado la llave. Para ello necesito resolver algunas dudas y después estaré preparada para buscar la salida de la habitación. No quiero estar mucho tiempo aquí, no hay buen ambiente. La tristeza se ha hecho gran amiga de los buenos recuerdos y están todo el día hablando. Los signos de interrogación no me dejan ver el color de la puerta que se ha cerrado. En las paredes hay pinceladas de escenas que no se van a repetir. Y ahí estoy yo. En medio de la gran habitación. Observando lo que me rodea y buscando la tan esperada ventana. He acabado de leer el capítulo que tiene tu nombre. El libro que tengo entre las manos es grande, no en vano es toda mi vida. Y tengo ganas de pasar página. Veo que tengo muchas hojas por leer y estoy ansiosa por descubrir qué me va a pasar en los próximos días, semanas, meses... Por el momento esperaré a cerrar la puerta con llave, pasaré página y me iré por la ventana que seguro ya habré descubierto. Eso sí, me iré sóla de la habitación. Me gustaría llevarme a los buenos recuerdos y las escenas bonitas de la pared, pero iría muy cargada. Prefiero saltar por la ventana y volver a entrar cuando esté preparada, cuando la tristeza haya abandonado la habitación. Por el momento poco más puedo decir. Tan sólo una invitación a los lectores del blog. Os invito a rellenar el formulario de comentarios. Cualquier cosa que deseis escribir estaré encantada de leerla. También pongo a vuestra disposición las casilla de me gusta, no me gusta y pasable. Un saludo y gracias por dedicarme unos minutos de vuestro tiempo.

QUERIDO DIARIO...

Bueno, un nuevo día finaliza. Me gustaría poder plasmar en palabras las emociones del día, pero es tarde y no me siento capaz. No sé... necesito sincerarme, coger una hoja de papel y no soltarla hasta que acabe con ella. Necesito gritar, protestar, llorar, reír... Y sobretodo abrir mi corazoncito. La vida no es fácil y hay veces que intentamos aparentar que no pasa nada, cuando en realidad nos reconcomemos por dentro. Una cosa es la imagen que transmites y otra muy distinta son los sentimientos que te invaden por dentro. Me cuesta darme cuenta de las cosas. Por ejemplo. Un capítulo triste de mi vida fue cuando falleció mi mamá. Sí, fui consciente de ello, pero realmente su ausencia fue lo más duro. Cuando te sientas en silencio e intentas analizar las cosas que han pasado. Siempre me ha ayudado una hoja de papel y en esta ocasión no va a ser diferente. La nota alegre del día han sido las felicitaciones a mi chico. Una la he agradecido y las otras dos me han sorprendido gratamente. Otra nota alegre ha sido que por fin he encontrado un relato que llevo buscando meses no, años. En los próximos días valoraré si lo comparto con la gente que sigue el blog o sólo con aquéllas personas que saben de que relato hablo. También he encontrado otros relatos, y para asombro mío, alguno largo y acabado. Este hecho me motiva para continuar con esa vieja afición que tenía dormida. No sé... muchas cosas quiero hacer yo... Bueno, paso a paso. Por el momento voy a releer lo que llevo escrito y si no tengo más que añadir paso el corrector ortográfico y me voy a... ¿Cómo era? ¡Ah! Sí. Pudrir heno con el morro.

sábado, 21 de agosto de 2010

QUERIDO DIARIO...

Llevo todo el día pensando en canciones, bueno, realmente no pienso en ellas. Simplemente acuden a mi mente. Todas tienen un denominador común. Intento buscar alguna con la que sentirme identificada, para hacerla mía, para no cansarme de oírla, aferrarme a ella y luchar hasta que deje de ser una simple canción para ser mi canto de guerra. Tengo ganas de escuchar una canción optimista, de esas que transmiten algo, un mensaje que te da fuerzas para seguir adelante. Sí, ya lo sé, busco en una canción lo que debería buscar en otro sitio, en mi interior. Pero ahora, a las 2 de la mañana de un día agotador, busco el camino fácil. Tengo la esperanza de que alguien haya escrito esa letra que necesito escuchar. Podría hacerlo yo, pero no soy cantante, no me siento capacitada para transmitir en unas pocas líneas todo lo que siento y lo que quiero sentir. Mucha gente antes que yo ha estado en el punto donde estoy y mucha otra le ha puesto música al sentimiento. Les admiro. Tengo ganas de seguir escribiendo, de relatar todo lo que pasa por mi cabeza y mi corazón de tal manera que sólo lo entienda aquélla persona a la que va dirigido. Me gusta jugar con las letras, escribir muchas palabras y que el mensaje se lea entre líneas. Pero el sueño me puede. Voy a escuchar una última canción y me iré a la cama. Mañana será un día muy especial. No todos los días se cumplen cuatro añazos.

viernes, 20 de agosto de 2010

QUERIDO DIARIO...

En realidad poco tengo que contar. Ayer mi baño relajante se vio reducido a sumergirme en agua hirviendo dos minutos, que fue los que tardó mi nene en decidir que tenía su "hora all bran". En cuanto a los vecinos... bueno, pues consideraron que yo no tenía que estar ahí, tan tranquila y relajada. Así que opté por ver la tele y meterme prontito a la cama, que ya sabía yo que iba a ser un día... diferente. El río llevaba agua y era turbia. Pero bueno, en el ancho mar de la vida he ganado mucho, por ejemplo, experiencia. En poco tiempo he cometido el mismo error dos veces y confío en haber aprendido en esta ocasión la lección. Soy mañica de adopción y la cabezonería va siempre a mi lado, pero bueno, intento ser optimista. Cada uno es lo que quiere ser, escuché ayer en un programa televisivo. Y le voy a hacer caso. Voy a ser lo que quiero ser, y ahora quiero ser feliz.

jueves, 19 de agosto de 2010

INTUICIÓN FEMENINA


Cuando el río suena... Para bien o para mal soy una persona muy intuitiva. Por ejemplo, cuando voy en un coche con una persona que en la parte de atrás lleva una "L" nuevecita, me transmite su nerviosismo. En cambio, cuando el conductor lleva media vida al volante, siento que me puedo quedar dormida en cualquier momento. Esto tiene su lado bueno y su lado malo. Ya me ha pasado en alguna ocasión que esa persona especial no está a gusto conmigo y no es consciente de ello hasta que yo se lo digo. Recuerdo aquélla mirada de adiós de una persona que no he vuelto a ver... Ayer por la noche me metí en la cama a las 4 y pico de la mañana. Mercedes Milá no venció al sueño que me atrapó a eso de la 1 en la comodidad del sofá azul. Lo normal es que vaya por el tercer o cuarto sueño incluso antes de tocar la almohada con la cabeza. Pero no fue así. Aún estuve un rato despierta, despejada y sin saber por qué. Realmente, sigo sin saberlo, pero los acontecimientos del día de hoy indican que mi intuición no falla, que sigue alerta. No sé que va a pasar, no quiero pensarlo, no quiero sentirlo... Ojalá pudiera. Una cosa es lo que quiero y otra lo que hace que algo en mi interior se revolucione. Mañana, con un sólo vistazo, sabré si todo sigue igual, como dice la canción, o un nuevo cambio amenaza con tambalear mi ya inestable mundo. Mientras llega la hora X del día Y, voy a darme un baño relajante, deseando que los vecinos tengan a bien concederme unos minutos de paz. Y como las aguas del río no siempre tienen por qué ser turbias, cerraré los ojos deseando que el conductor sea experto y me transmita esa paz tan buscada. Y... si no es así... bueno, esperaré a mi próxima intuición.

domingo, 15 de agosto de 2010

MENTIRA


Tristeza y decepción solos sentimientos que provoca una mentira. Da igual el tipo de mentira, si viene de la persona amada el dolor en el corazón es intenso. Confianza, amor, cariño... todo eso lo das con los ojos cerrados cuando crees que por fin has encontrado al ser humano con el que vas a compartir el resto de tu vida. Lástima que en la mayoría de los casos no sea así. La llama del amor se puede apagar en cualquier momento y por diferentes causas, pero cuando es por una mentira... La cosa parece que duele más. Algo se rompe dentro, toda esa confianza ciega que has depositado en tu pareja se convierte en la desconfianza más absoluta. Dudas de todo, de lo que te dijo ayer y hace dos meses. Dudas si realmente te ha amado porque cuando se ama no se miente.