jueves, 14 de diciembre de 2017

HAY DÍAS... Y DÍAS

Entrada donde hablo de tristezas... y alegrías.

   Hay días que saben a sal. A la sal de las lágrimas. Lágrimas que resbalan mejilla abajo y dejan un sabor amargo en los labios. Unos labios que intentan sonreír y no saben cómo.

   Hay días en los que no te levantarías de la cama. Una cama que vela por tus sueños. Unos sueños que esos días se ven lejanos por culpa de las lágrimas.

   Hay días en los que la tristeza, la rabia y la frustración se unen y causan dolor. Un dolor profundo contra el que intentas luchar. Una lucha perdida porque las fuerzas no te acompañan. Unas fuerzas debilitadas por las lágrimas.

   También hay días en los que la alegría llama a tu puerta. Una puerta que abres despacio, como con miedo. Miedo porque ayer la tristeza estaba ahí, al otro lado.

   También hay días en los que la vida aparece ante nuestros ojos llena de colores. Colores como el rojo, el azul o el  verde aparecen ante nuestros ojos. Unos ojos que también sonríen. Y sonríen porque han visto a la alegría al otro lado de la puerta.

   Hay días en los que todo sale bien, en los que nos alegramos de tener vida. Una vida que es un camino. Un camino llevo de sensaciones. Sensaciones tristes que necesitamos para valorar las sensaciones alegres.

domingo, 10 de diciembre de 2017

EL 2017 SE VA

Entrada en la que hago un resumen de este año.

   Pasito a pasito, suave suavecito... así ha llegado diciembre. Cuando mi hijo mayor lea esto se llevará la mano a la cara. No aguanta esa canción. Bueno, que me voy del tema. Ahora, con el silencio como único ruido me pongo a escribir una nueva entrada. Facebook me ha enseñado un resumen de mi año y estoy un poco nostálgica.

   Del primer trimestre del año, me quedo con el cuatro de marzo. El día de la "cuatromarzada". Mis compañeros de las letras saben de lo que hablo. Ese fue un día en el que no sólo salí de mi zona de confort, sino que la mandé lejos. Madrid, personas que no conocía y la primera presentación de un libro. De ese maravilloso día destaco la sensación que no tengo palabras para definir de ponerle voz y cuerpo a personas reales. Podría estar horas describiendo con detalle cada minuto que pasé y no me cansaría. Porque hay días que se te quedan grabados a fuego y el día 4 de marzo es uno de ellos. Ya sabéis quiénes sois y por si tu mirada se pasea por aquí, gracias. Espero volver a verte muy pronto. Y me da igual si tú eres la fotógrafa o un escritor o una escritora. Todos, sin excepción, hicisteis que ese día fuera muy especial.

   Otro recuerdo que me viene a la mente es cuando, unos meses después, me enamoré de la luna. Tuvimos una conversación que sólo la escuchamos ella y yo a pesar de estar rodeada de gente. Me dijo muchas cosas que yo no quise oír en ese momento pero que más tarde le di las gracias por habérmelas dicho.

   Otro bonito recuerdo son las excursiones. Recuerdo una en especial, el Borón. Como diría mi deliciosa favorita, Borón don don, borondon borondondero deró. Excursión intensa. Muy intensa. A nivel físico muy dura pero a nivel psicológico aún más. Aquél día aprendí que si quiero, puedo. Y da igual lo que diga mi cuerpo. Nunca la olvidaré porque no sólo aprendí esa valiosa lección sino alguna que otra más. Como que da igual lo difícil que sea el camino. Siempre habrá una persona ahí, a tu lado.

   Destaco también la alegría y la felicidad de mis dos amores cuando se enteraron que nos íbamos a quedar un día más en la playa. Me encanta darles sorpresas. Eso fue en verano. Y en invierno nos fuimos de barbacoa los tres. También nos hemos ido al cine juntos pero separados. Me quedo sin palabras porque no hay ninguna que exprese el amor y agradecimiento incondicional que siento por ellos.

   Ana. El recuerdo de mi estrella también ha marcado este año. Es lo peor que me ha pasado. Perder a una amiga. Perder a una persona que aunque se fue cuando le tocaba, le tocó demasiado pronto. Mi corazón aún llora y lo hará siempre. Porque es difícil olvidar a alguien cuando tienes tantas cosas que decirle y lo único que puedes hacer es callarlas.

   Hablando de amistad sigo sumando recuerdos con mis amigas. Recuerdos que saben a lágrimas y a sonrisas. Momentos que nos unen cada día más. Y con mis amigos igual ¿eh? Que tengo una boda por ahí a la que quiero asistir.

   No me quiero olvidar de la familia. Que aunque no les haga el caso que debería, les llevo siempre conmigo. Y me alegro un montón que aquélla operación saliera bien.

   ¿Cómo acabaré el año? Con mis dos amores. Nos tomaremos las uvas juntos y brindaremos con champin para no perder la tradición de los años impares. Pero antes de eso, veré uno de mis sueños realizarse. Y no voy a contar nada más hasta que lo tenga en mis manos.

   Y ahora te hablo a ti, querido lector. Si hace poco que me sigues, bienvenido y ponte cómodo. Y si lo haces desde hace tiempo, gracias y espero que lo sigas haciendo. Sea como fuere, gracias por estar ahí. Y tu año... ¿Qué tal ha ido?