jueves, 7 de septiembre de 2017

CORTANDO ALAS


Entrada que va sobre un propósito que me he hecho.

   Llevo varios días pensando en una cosa. Me voy a dedicar a cortar alas. Dicho así suena un poco raro. Pero estoy segura que os gustará mi idea. Voy a cortar las alas a los sentimientos. Tristeza, dolor, rabia... y también a aquéllas situaciones que sé que no me llevan a ningún sitio. Si, ya sé que suena raro. Voy a poner ejemplos.

   Hay días en los que las lágrimas mojan mis ojos. Normalmente lloro por un motivo. Y si le doy alas a ese sentimiento, lo motivos para derramar lágrimas salen sólos. Y justo ahí es donde quiero meter la tijera. Quiero limitarme a llorar por lo que me sucede en ese momento, no por todos los motivos que he tenido para hacerlo. De alguna manera lo que intento es desahogarme pero no hurgar en la herida.

   También quiero contarle las alas a esas situaciones que no me llevan a ningún sitio. Hay veces en las que vivo en mi mundo de luz y color. Conozco la realidad pero no quiero verla. Está genial la fantasía y la imaginación, pero es mejor limitar su uso a la hora de escribir relatos. Dejar que las musas me susurren al oído las palabras. En la vida real es mejor vivir la realidad. Y si algo no tiene continuidad, no dársela. Porque al hacerlo, me hago daño ya que sé que no es real. Y eso duele, porque yo quiero que lo sea.

   Bueno, por hoy ya he acabado. He expresado un propósito que pienso cumplir. El objetivo no es otro que ser un poquito más feliz cada día. Limitar mi consumo de horas tristes o infructuosas. De esta manera las podré dedicar a sonreír. De nuevo, gracias por estar ahí.