domingo, 25 de octubre de 2015

QUIERO CAMBIAR


Entrada que va sobre una lucha interna. Impulso contra paciencia.


     Estoy en una etapa de cambios. Hay cosas de mí que no me acaban de gustar y estoy en proceso de ver como puedo mejorarlas. Esto de cambiar es una gaita. Entran en conflicto dos cosas. Por un lado, pienso que debo aceptarme tal y como soy. Por el otro, soy consciente de aquellas cosillas que no me acaban de hacer feliz del todo. Encontrar un término medio entre cambiar sin perder mi esencia y ser un poquito mas feliz es complicado. Hay un rasgo en el que estoy trabajando y con el que llevo una pelea interna. Sé que encontraré el término medio, pero me cuesta. Cuando doy algún pasito hacia esa persona que quiero ser, me siento un poco rara. Porque hago algo que no es habitual en mí. Y esa sensación no me acaba de aportar la sonrisa que me gustaría, así que me replanteo si voy por el buen camino. Sí, lo sé, no te enteras de nada. Voy a decirte de que hablo y seguro que me entiendes.

     Soy Aries y en todos los horóscopos que nos definen dicen dos cosas. Personas impulsivas e irreflexivas. No hago mucho caso a eso, pero me define a la perfección. Si veo una piscina me lanzo de cabeza y me da igual si tiene agua, vino o está vacía. No sólo hablo de amor, sino en general. Ahora mi pelea está con una palabra que es paciencia. Vamos, lo contrario de lo que soy yo. De alguna manera es la lucha de corazón contra razón pero aplicada a todo. El corazón me dice "hazlo" y la cabeza me dice "espera y observa, luego ya veremos si lo haces". Cuando no me dejo llevar por impulso le doy vueltas a la cabeza. Intento ver que realmente y desde un punto de vista objetivo, es lo mejor que puedo hacer. Pero es cuando mi corazón me manda la tristeza. Algo así como un chantaje emocional, que me hace replantearme si es mejor intentar ser paciente o aceptar que soy una mujer que prefiere darse una leche contra el fondo de la piscina porque se ha lanzado sin mirar. Soy una cabezona y voy a conseguir ser paciente. Voy a mirar la piscina, veré si tiene o no agua, meteré un pie y lo sacaré. Valoraré si el agua está fría o caliente y en ese momento iré hacia la escalera para meterme poco a poco si el agua no está demasiado fría. Las cosas como son, caliente nunca va a estar porque en esta vida las cosas no son fáciles.No sé hasta que punto seré capaz de hacer lo que acabo de escribir, todo el mundo sabe que la teoría es muy bonita, pero la práctica es otro cantar. Lo de la escalera lo veo difícil, pero lo de meter el pie y sacarlo es más factible. En cuanto al chantaje emocional del que hablaba antes, seguiré intentando convencer a mi corazoncito que así no van las cosas. El resultado que he objetivo hasta la fecha no ha sido del todo positivo y tengo que hacer todo lo posible por modificar mi carácter en ese aspecto. Son varias las cosas para las que necesito paciencia. Concretamente estoy pensando en dos. Que si al final consigo llevarlas a cabo os las comentaré, pero adelanto que van para medio o largo plazo. Ambos objetivos merecen la pena y pienso estudiar la situación, meter el pie todas las veces que haga falta e incluso iré hacia esa escalera imaginaria de la que os hablaba. Porque a pesar de mi naturaleza impulsiva sé que debo hacer las cosas con calma, aunque no sea mi estilo, porque el esfuerzo será ampliamente recompensado. Cabe la posibilidad de que alguna de las dos cosas no se llegue a realizar, pero en ese caso, haré lo que hago siempre. Seguir mi camino.

     Parece que en esta mañana de domingo la inspiración me ha acompañado. Aunque hoy escribo un poco para mí, la idea que intento transmitir es que no hay que acomodarse con uno mismo. Hay que avanzar, seguir caminando, cambiar una cosa que no nos acaba de hacer feliz por otra que nos puede hacer un poquito mas feliz De esta manera conseguimos sonreír mas y los problemas cotidianos no nos parecen tan graves y el esfuerzo habrá merecido la pena. Una vez mas, gracias por estar ahí.