lunes, 4 de octubre de 2010

NO TIENE TITULO

Esta mañana he conseguido que mis pequeños se despierten con una sonrisa. Es duro madrugar un lunes lluvioso. Pero los besitos y las palabras bonitas han hecho efecto. Me siento feliz por ello. Hacer sonreir a un ser que mide poco mas de un metro... es maravilloso, hacer sonreir a dos... aún mejor. Retengo en mi mente esas caritas, y volveré al archivo cada vez que los nubarrones de un día lluvioso me impidan ver el sol.

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