domingo, 22 de agosto de 2010

QUERIDO DIARIO...

Cuando se cierra una puerta siempre se abre una ventana. Esta frase me la dijeron ayer y me quedo con ella. Ahora estoy buscando la ventana, me agobia el sentir que la habitación donde estoy no tiene salida. La puerta se ha cerrado pero yo todavía no he hechado la llave. Para ello necesito resolver algunas dudas y después estaré preparada para buscar la salida de la habitación. No quiero estar mucho tiempo aquí, no hay buen ambiente. La tristeza se ha hecho gran amiga de los buenos recuerdos y están todo el día hablando. Los signos de interrogación no me dejan ver el color de la puerta que se ha cerrado. En las paredes hay pinceladas de escenas que no se van a repetir. Y ahí estoy yo. En medio de la gran habitación. Observando lo que me rodea y buscando la tan esperada ventana. He acabado de leer el capítulo que tiene tu nombre. El libro que tengo entre las manos es grande, no en vano es toda mi vida. Y tengo ganas de pasar página. Veo que tengo muchas hojas por leer y estoy ansiosa por descubrir qué me va a pasar en los próximos días, semanas, meses... Por el momento esperaré a cerrar la puerta con llave, pasaré página y me iré por la ventana que seguro ya habré descubierto. Eso sí, me iré sóla de la habitación. Me gustaría llevarme a los buenos recuerdos y las escenas bonitas de la pared, pero iría muy cargada. Prefiero saltar por la ventana y volver a entrar cuando esté preparada, cuando la tristeza haya abandonado la habitación. Por el momento poco más puedo decir. Tan sólo una invitación a los lectores del blog. Os invito a rellenar el formulario de comentarios. Cualquier cosa que deseis escribir estaré encantada de leerla. También pongo a vuestra disposición las casilla de me gusta, no me gusta y pasable. Un saludo y gracias por dedicarme unos minutos de vuestro tiempo.

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