viernes, 20 de agosto de 2010

QUERIDO DIARIO...

En realidad poco tengo que contar. Ayer mi baño relajante se vio reducido a sumergirme en agua hirviendo dos minutos, que fue los que tardó mi nene en decidir que tenía su "hora all bran". En cuanto a los vecinos... bueno, pues consideraron que yo no tenía que estar ahí, tan tranquila y relajada. Así que opté por ver la tele y meterme prontito a la cama, que ya sabía yo que iba a ser un día... diferente. El río llevaba agua y era turbia. Pero bueno, en el ancho mar de la vida he ganado mucho, por ejemplo, experiencia. En poco tiempo he cometido el mismo error dos veces y confío en haber aprendido en esta ocasión la lección. Soy mañica de adopción y la cabezonería va siempre a mi lado, pero bueno, intento ser optimista. Cada uno es lo que quiere ser, escuché ayer en un programa televisivo. Y le voy a hacer caso. Voy a ser lo que quiero ser, y ahora quiero ser feliz.

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