Entrada en la que hablo de algo que es imprescindible en mi vida.
Cuando siento que algo va mal, me refugio en vosotras. Siempre estáis ahí, dispuestas a acogerme entre vuestros brazos. Con cada palabra, me reconfortáis. Hacéis magia. Conseguís que deje de doler. Y después de ese encuentro vuelvo a sonreír.
Cuando estoy feliz, compartimos mi alegría. Vuestras expresiones hacen que la sonrisa sea aún más amplia. Encuentro más motivos para ser feliz y me entran ganas de decirle al mundo entero lo bonita que es la vida.
Cuando estoy aburrida, acudís sin ser llamadas. Juntas encontramos nuevas aventuras. Y el rato pasa volando hasta que la rutina me vuelve a entretener.
Sólo tengo palabras de agradecimiento para todas y cada una de vosotras. Mis queridas letras, no me abandonéis nunca, yo no lo haré.
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