jueves, 6 de enero de 2011

RECUERDOS Y MAS RECUERDOS

El inconveniente que tiene el guardar las cosas es que el día que menos esperas las encuentras. Yo hago eso con los recuerdos. Ante un cambio lo que hago es almacenar los buenos y los malos. Un buen día algo me lleva a ellos y es cuando toca enfrentarse a un reto. Asumirlos. Dejar atrás una parte importante de la vida no es fácil, pero a la vez es necesaria para seguir adelante. No me arrepiento de nada, al contrario, lo que sucede es que ver fotos de cuando el mayor era peque me resulta duro. Tal vez sea porque ahora están lejos y porque ayer el peque casi se abre la cabeza. Puede ser que esté mas sensible estos días en los que la familia se reune y yo echo especialmente de menos a aquellas personas que ya no están. Sea como fuere, miro el futuro con optimismo. Soy muy feliz con lo que tengo ahora, no echo nada en falta, lo que pasa es que soy muy sensible. Pienso que con cerrarle la puerta a los recuerdos es suficiente, cuando no es así. No vale de nada no pensar en algo que me preocupa, tengo que asumirlo. En este caso nada de mi pasado me preocupa, pero me hace revivir momentos en los que los pequeños eran mas pequeños. Si, eso es. Me da mucha pena que los peques crezcan, por eso ver fotos de cuando eran unos cachorrilos que sólo dormían y comían me pone triste. Tengo que ser consciente de que son mayores y no sólo lo son ahora, sino que lo van a ser mas. Y algún día, hasta tendrán los años que tengo yo ahora. El tiempo pasa muy deprisa, y cuando tienes pequeños aún mas. Te das cuenta de lo que sabían hacer nada mas nacer y lo que hacen ahora. Bueno, habrá que asumirlo. Estoy muy feliz de verles a ellos correr y jugar y es lo único que importa. Cada etapa es diferente y tiene sus cosas muy positivas y otras no tanto y cuando tengan la edad que yo tengo ahora, seré feliz y me sentiré orgullosa de verles tan mayores.

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