martes, 18 de enero de 2011

DISPOSITIVO

Siete menos cinco de la mañana. Gimoteo en la habitación de al lado, un pequeño se levanta y le miro a la cara. Hum... mejillas rojas, tos seca, se queja de la garganta... Apoyo un segundo la cabeza en la almohada, niño no va al cole, toca montar el dispositivo correspondiente. Una caricia por aquí, una palabra cariñosa por allá y mientras marco el número del padre busco en el armario el Dalsy que guardé la noche anterior. Para los que no tengan peques les diré que el Dalsy es un medicamento similar a las pastillas de paracetamol, que es antiinflamatorio. Mientras intento organizar la mañana del pequeño el termómetro da su veredicto, 38.8 de fiebre. Decidimos dormir un poco. Tras una horita de sueño veo que mi pequeño grande ya no le hace competencia a Heidi. Despierto al hermano y tras dejar al peque mas peque en el colegio voy al trabajo. El pobrecillo mira la gran sala donde trabajo y algunas compañeras le preguntan si está malito mientras cambio el turno a la tarde para el día siguiente. De camino al pediatra cojo zumo de naranja y la buena mujer dice lo que le pasa, laringitis. Con una "itis" hemos topado. La mañana transcurre con traquilidad y con calor, mucho calor. Ahora, que el día toca a su fin, tan sólo espero que pase una buena noche. Si la cosa no va a mas, el jueves volverá al cole y confiaré en no tener que volver a montar ningún otro dispositivo hasta dentro de mucho, mucho pero que mucho tiempo.

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