jueves, 13 de enero de 2011

MELANCOLÍA

¡¡Uyyyy!! Que nochecita me espera. Os cuento. Corría el año 1997 cuando en verano me carteaba con una amiga. La conocí el año anterior haciendo formación profesional, lo que ahora son módulos y que con la próxima reforma educativa se llamará vete tú a saber como. A lo que voy. Estaba leyendo esas cartas y me he puesto triste. Tan sólo he leído dos cartas, una que le escribí en navidades y otra del verano, pero he vuelto a tener 16 años. He recordado los chicos que me gustaban entonces y una lagrimilla resbala por mi mejilla. No por ellos, sino por mí. Para los lectores del blog que os diga que tengo un dilema con el pasado no es cosa nueva. Y ahora estoy en ese punto. Recordando como era aquel año, las cosas que quería conseguir... También recuerdo como era la vida de mi amiga, los acontecimientos recientes... Es bonito recordar el pasado, aunque duela. Duele porque no puedo volver atrás, y aunque pudiera sé que no lo haría. ¡¡Ufff!! Mi lado positivo lucha contra la tristeza pero mi lado racional sabe que cuando toca llorar de nada sirve luchar contra las lágrimas, igual que sé que llorar no sirve mas que para tener dolor de cabeza. Es posible que esté con el síndrome pre-menstrual y por eso esté sensiblona, pero nunca me había pasado. Ya estamos, buscando razón, excusas y motivo para todo. No, es así. Ahora estoy en casica, con mis peques durmiendo, cada día me cuesta mas despedirme de mi chico y mirar hacia atrás nunca me ha gustado. Bueno, voy a dejar la entrada aquí, voy a releerla con el corrector, le pongo título y la publico.

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