jueves, 23 de mayo de 2019

ESTOY ENAMORADA


Texto donde hablo de mi gran amor. 


   Hace años que vivo enamorada. Bueno aunque... no sé si es una relación de amor o de dependencia. Me inclino por lo segundo, de mí hacia ella... o él, según como lo quieras llamar. Pero sé que no le importa que dependa, porque sabe que la necesito y siempre me acoge. Muy poquitas veces se ha mostrado hostil. En esas ocasiones me avisó pero no quise escucharla.

  Nos vemos menos de lo que me gustaría. Pero siempre que la visito, me recibe con los brazos abiertos. Me enseña su mejor cara y en ocasiones, hasta me deja indicaciones para que no me pierda. La quiero mucho. Le puedo contar todo. Me responde a preguntas que ni siquiera me he planteado.

   Cada vez que voy, porque ella nunca viene, le hago mil y una fotos. Para luego verlas cuando la echo de menos. Hay veces que le hago vídeos, para escuchar su voz húmeda y susurrante cuando estamos separadas.

   En su regazo, siento que el tiempo se detiene. Escucho sus sonidos, saboreo mi almuerzo, observo su belleza, noto cada textura y huelo cada uno de sus aromas. Mis cinco sentidos están con ella.

   ¿Os he dicho que es bella? Muchísimo. Y da igual por donde la mires. Cada rincón tiene su encanto. En verano, primavera, otoño o invierno . Acepta visitas todo el año. En cada estación tiene una cara a cual más bonita.

   Yo le soy fiel. No hay nadie a quien ame más que a ella. Me da la vida, pone a prueba mi fortaleza física y emocional. Pero a pesar del dolor físico, siempre acabo con una gran sonrisa. El mayor madrugón merece la pena por ir a verla. Ella no me es fiel, pero no me importa. Acoge a todo el mundo. Y las personas que son capaces de apreciar su belleza e incluso la cuidan, están hechas de otra pasta ya que su corazón es enorme. Seguro que tú, que estás leyendo esto, eres una de esas personas. Porque es imposible no amar a quien da tanto sin pedir nada a cambio. Es otra de sus virtudes, que no pide nada. Solo que la cuide, la respete y no la ensucie.

   Es inevitable no quererla, porque lo que me da, no me lo da nadie más. Lo que me hace sentir es indescriptible. Y esas son las sensaciones más bonitas, las que se expresan con la mirada y no con palabras. Mirada, sonrisa, da igual la forma en la que lo haga. Yo siempre le agradezco que esté ahí para mi aunque pasemos mucho tiempo separadas.

   Bueno, y hasta aquí mi declaración de amor. Montaña, monte, naturaleza, puedes ponerle el nombre que quieras. Porque lo más importante no es cómo la llames, sino lo que transmite ese conjunto de ríos, árboles y paisajes infinitos.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchísimas gracias por tu comentario, Tere. Me alegra mucho que seas una de las mías 😉

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