viernes, 24 de noviembre de 2017

ME DUELES



Entrada dedicada a una persona que no la leerá.

   Tu recuerdo me duele.

   Pensar en ti, me duele.

   Me duele ver fotos en las que sales con una sonrisa.

    Me duele recordar cada paso que di a tu lado cuando una ampolla me hacía daño en el pie. Y no me duele esa burbujita sino cada palabra de ánimo.

   Me duele subir a tu pueblo y saber que no estás.

   Me queman en la garganta todas las palabras que no te dije.

   Me duele el no haberme podido despedir de ti porque mi lugar estaba en la playa con los pequeños.

   Me duele hablar de ti.

   Me duele no hablar de aquellos días que compartimos una animada charla.

   Siento rabia, dolor, tristeza porque ya no eres tú sino tan sólo un recuerdo.

   Todo lo que queda de ti es una lápida que aún no he ido a visitar.

   Te echo de menos ¿Sabes? Y sé que la gente que te quiere, también. Lo sé porque lo veo en sus miradas.

   Desde que te fuiste las cosas no son Iguales y el Pilar no será nunca más el Pilar, sino que será siempre tu Pilar.

   ¿Por qué? Una pregunta que lanzo al aire y a la que nadie responde porque no tiene respuesta. Bueno sí, una. Porque después de la vida viene la muerte.

   Querida amiga, es duro. Muy duro. Ver la fachada de un piso vacío.

   Es grande el hueco que dejas, amargas las lágrimas que resbalan por mi garganta y profunda la huella que dejaste en mi corazón.

   Pocas fueron las veces que nos vimos, pero fueron suficientes para girarme cada vez que veo una mujer de pelo cano.

   Me gustaría dejar esto aquí, ponerle la palabra "fin" a unas letras que me acercan un poco más a ti a pesar de que yo estoy en la tierra y tú estás en el cielo. Pero no quiero hacerlo. No quiero dejar de decirte una y otra vez, que te echo de menos y que fuiste, eres y serás una de esas personas que siempre vivirá en mi corazón.

 

 

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