lunes, 10 de agosto de 2015

SEXO Y COMIDA.

   Entrada muy diferente a lo que estoy acostumbrada escribir. Hablo de los parecidos del sexo con la comida.   

     Hace mucho tiempo que quería escribir esta entrada. La idea la tuve al ver cocinar a una persona, la verdad es que lo hacía bien. Aprendí mucho durante esa etapa. Bueno, que me voy del tema. Sexo y comida, comida y sexo. ¿Que parecidos ves? ¿Ninguno? Yo unos cuantos, te los cuento ahora y luego me dices si estás de acuerdo o no.


     Comida precocinada y un polvo de una noche. Yo no soy de conocer a una persona y llevármela a la cama, pero hay gente que si. Cuando van al bar de copas se fijan en el "envoltorio", vamos, en que esté buena o sea guapo. Que pueda tener mas o menos conversación pasa a un segundo plano. Lo que importa es que acceda a la proposición indecente. El sexo en ese tipo de relación lo veo como algo muy físico pero poco emocional. De alguna manera no hay una continuidad, no hay un "te veré mañana". Simplemente"el envoltorio" se va por la puerta.



     Con la comida precocinada pasa igual. Vas a lo rápido. Que sea meter en el microondas y ya está. Nos fijamos en la etiqueta de fuera y elegimos el alimento que más nos llama la atención. Pizza, macarrones, lasaña... Poco nos importa si es de marca conocida o no, al igual que en caso anterior el nombre de la persona pasa a un segundo o tercer plano. Aquí la comida cumple su función de alimentarnos. Y no nos deja ningún recuerdo especial. Tiramos el envoltorio a la basura y fin de la historia. Hemos comido, que era de lo que se trataba, igual que en el caso anterior hemos follado.




     Entendemos como alimentarnos el llenar el estómago. Pero no es lo mismo llenarlo con una suculenta comida que una lata de fabada recalentada. De alguna manera las horas en la cocina le dan un valor añadido, un sabor especial, es algo más que comida. El sexo es una necesidad física. Pero no es lo mismo hechar un polvo y ya está, que hechar un polvo y después unos mimos. La cosa cambia mucho. En este caso, el valor añadido es el amor.... o sin que llegue a serlo, por lo menos que haya algo mas que "hambre". Seguimos con las comparaciones.




     Empezamos la mañana con un buen desayuno. Zumo de naranja, tostadas y unos buenos polvos... de colacao... Cuando disfrutas de un desayuno así sales a la calle con ganas de comerte el mundo.
Pero... ¿y cuando has hechado un buen polvo con tu pareja? De esos que saben a aliento de recién despertada, con sus mimos, sus caricias... y su "te lo voy a comer todo, todo y todo". Esos días sales a la calle con una sonrisa de oreja a oreja que difícilmente un cliente borde o un jefe pesado puede anular.
Follar todo el mundo sabe, de igual manera que todo el mundo sabe cocinar. Cada uno elige que quiere en cada momento de su vida. Por norma general se suele pasar por la comida precocinada hasta que el estómago nos pide algo mas elaborado. Hay excepciones y gente que come lasaña toda su vida igual que hay personas que nunca pasan de ver mas allá de un par de tetas o un buen culo.
    
     Comparar una cosa no es tan descabellado. A un órgano se le llama conejo y al otro plátano, entre otros muchos nombres. La palabra "comida" también tiene un significado sexual. Ambas cosas nos proporcionan placer. Y cuando estamos satisfechos sonreímos. Hay gente que fuma un cigarro e incluso que se echa una siesta después de hacer cualquiera de las dos cosas. Se puede hacer sólo y compañía. Y seguro que hay alguna otra similitud que no se me ocurre, pero a ti si.

     Ahora que llega el verano, y en invierno también, comemos muchas veces con amigos. En muchas de esas reuniones cada uno lleva lo que tiene. Una tortilla de patata, una ensalada, algo de postre. El sexo también se puede hacer en grupo, se llama orgía. Y cada uno lleva lo que tiene. Ni mas, ni menos. y como en las reuniones entre amigos, come de lo que le apetece. Es muy agradable probar el plato del que tenemos al lado.

     La infidelidad también tiene su reflejo en la comida. Que levante la mano el que nunca ha picado de plato ajeno. Todos le hemos robado una patata a alguien. Y hay gente que no se conforma con la persona que duerme que prefiere la mujer o el marido del vecino. O la amiga de la novia o del novio.

     Piensa ahora en un chef que está estudiando. Está aprendiendo a cocinar. Tal vez no lo haga bien del todo, pero pone interés. Y si tiene un poco de arte incluso podrá llegar a ser un gran cocinero. En el sexo pasa igual. Intenta recordar tu primer polvo. ¿A que fue mejorable? Recuerda el último. Vaya, seguro que sientes que has aprendido mucho en ese transcurso de tiempo entre uno y otro. Cuando pruebas el plato de un chef novato tiene un sabor, pero cuando el cocinero lleva años en la cocina... se nota y mucho.

     ¿Sabéis que hay una tribu que se esconde para comer y practican sexo a la vista de todos? Curioso ¿eh? Pues existe, aunque no he conseguido encontrarla. Lo leí hace tiempo por el face.

     Cuando cocinas, de normal, siempre haces la misma comida. Tienes una serie de platos y repites los mismos. Pero de vez en cuando te apetece comer algo diferente y experimentas en la cocina. Compras ingredientes nuevos y le das un nuevo sabor a lo que cocinas. Hay veces en las que no te conformas con ir al súper del barrio y comprar cebolla de Fuentes en vez de cebolla normal. En esas ocasiones vas a un establecimiento un poco mas especializado y compras alguna cebolla caramelizada, por ejemplo. Las cosas como son, la rutina nos aburre. Para una temporada está bien, pero cuando esa temporada es demasiado larga se hace cuesta arriba. En el sexo pasa igual. Al principio, cuando te estás conociendo, haces lo que buenamente sabes. Poco a poco vas adquiriendo mas confianza y vas probando cosas nuevas. Incluso en algún momento llegas a querer probar algo mas. Y es cuando solo o en compañía vas a una tienda especializada y compras algo nuevo, por experimentar.

     En la comida los sentidos son muy importantes. El que mas influye es el gusto. Si no te gusta lo que te llevas a la boca, mal vamos. El olor también es importante, al igual que la presentación. Ambas cosas van a influir en que algo nuevo que has probado digas que te gusta o no. El tacto poco tiene que ver en este tema y el oído aún menos. Encuentro alguna similitud y alguna diferencia con el sexo. El gusto es importante. Si lo que besas no te gusta... El olfato también juega un papel importante. La vista no lo tengo yo tan claro. Sí, la persona con la que te acuestas debe tener algo que te llame la atención, pero no buscamos la perfección. Además, cuando hay hambre nos dejamos guiar por él y no porque la presentación no sea impecable. El tacto y el oído en este caso si que son importantes. La piel es el órgano sexual mas grande, me suena que leí alguna vez. Y escuchar que tu pareja se lo está pasando bien con lo que le haces también es estimulante.

     Y para gustos los colores. ¿Qué te gusta mas el salado? Pues adelante, a por las patatas fritas. ¿Qué te gusta el dulce? A comer chocolate. Nadie te va a mirar mal porque comas una cosa u otra. Con el sexo pasa (o debería pasar) igual. ¿Que te gustan las chicas y eres una de ellas? Pues a por ellas. Lo mismo si eres chico y te gustan los chicos o si te gustan las personas del sexo diferente al tuyo. Hay tiendas para todos los gustos. Pastelerías, frutos secos... Igual que hay locales donde tienes mas posibilidades de encontrar lo que buscas.

     Bueno, ¿qué te ha parecido esta entrada? Espero que la hayas disfrutado. Y si te has quedado con ganas de mas espero que pronto puedas leer una nueva. Gracias por estar ahí.

    

2 comentarios:

  1. Las comparaciones siempre me han parecido odiosas 😆😆 pero tal como lo has expresado...tienes mucha mucha razón.. gracias.Isabel eres muy inteligente 😚😚

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    1. ¡Muchas gracias por tu comentario Eva! Me ha hecho ilusión tu visita. Yo tampoco soy de comparaciones, pero en este caso me apetecía escribir algo diferente. ¡Un abrazo!

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