lunes, 12 de marzo de 2012

ADICCIÓN

Hola Laura:
En primer lugar me presentaré, soy Luis, un hombre de 35 años que lleva cinco siguiendo casi a diario tu blog. Una buena amiga me lo recomendó porque pensaba que me ayudaría. En él hablabas de tu lucha diaria contra una adicción, el alcoholismo y yo estaba a punto de caer en él. Recuerdo que en la primera entrada que publicaste describías los sintómas que yo tenía. Relatabas con total precisión como me sentía por las mañanas o lo feliz que estaba cuando llegaba el fin de semana y podía beber todo lo que quería sin que la gente pensara que soy un bicho raro. A pesar de tus palabras, caí en esa adicción. Leí como intentabas salir, nos contabas a tus lectores anónimos cómo luchabas cada día por seguir los consejos de tu psicóloga, la cual se acabó convirtiendo en tu mejor amiga. Lloré mucho leyendo tus palabras. De alegría cuando conseguías estar un día sin beber y de tristeza cuando pulsabas con una mano el teclado mientras en la otra tenías una copa. Todo esto lo relatabas y aún hoy se me pone la piel de gallina al recordar tus duras palabras. Afortunadamente, todo eso quedó atrás. Conociste a un chico, te enamoraste, y las ganas de ser madre pudieron con tu adicción. Nuestra adicción. No sólo era adicto al alcohol, sino también a tus letras. Con ellas vivía una vida que no era la mía, conseguía olvidarme de los problemas que tenía cuando salía de la habitación en la que vivía. Compartía piso con dos personas mas que apenas conocía. Nunca tuve interés por relacionarme. Estaba muy feliz en mi habitación, con una botella, un viejo monitor y un teclado con varias teclas rotas. Como iba diciendo, conseguiste salir del infierno en que yo estaba metido. Una vez superado, el doctor te dijo que tu deseo de ser madre no se iba a cumplir. Tenías una deformidad en el útero que hacía imposible que allí se gestara cualquier vida. Te afectó... y mucho. A punto estuviste en varias ocasiones de coger de nuevo la botella para olvidar lo desgraciada que era tu vida. No obstante, fuiste fuerte. Continuaste tu camino que te llevó a la separación. Tu marido quería ser padre y tu no se lo podías dar así que decidiste dejar la relación. Lo hiciste porque le amabas y querías que se realizara como hombre, cosa que tu no pudiste hacer como mujer. Fueron varios meses los que estuviste sin escribir nada nuevo. Ese tiempo lo aproveché para releer cada entrada y luchar contra la adicción que amenazaba con matarme. El médico ya me advirtió en alguna ocasión que no iba a durar mucho si seguía por camino que llevaba. Así que me puse manos a la obra y puedo decir orgulloso que llevo seis meses sin beber ni una gota. Sigo siendo alcohólico, porque nunca podré beber ni una copa de vino, pero la botella ya no es mi fiel compañera. Hace dos meses has vuelto a escribir en tu blog. Nos has contado que ya está todo superado y que te sientes orgullosa de ser quien eres. Tienes la autoestima por las nubes y quieres que todo el mundo lo sepa. Tu ex-marido está ahora con una amiga tuya, que va a ser mamá en los próximos meses y no puedes ser mas feliz. Te sientes orgullosa de lo que has conseguido. Das las gracias al blog, dices que te ha ayudado a superar tu adicción pero no estoy deacuerdo. Tienes que darte las gracias a ti misma, ya que has sido la que ha salido adelante con tan sólo la ayuda de una psicólga.
Bueno, creo que ya va siendo hora de decirte lo que llevo media hora intentando. Te quiero. Gracias a tus letras conozco cada virtud y cada defecto de la persona que las escribe. Me gustaría poder quedar contigo, tomar tan sólo un café, conocernos y darte las gracias por convertirme en la persona que soy hoy. Un hombre cuya única adicción, son tus letras.

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