domingo, 26 de febrero de 2012

UNA RALLADA MAS

Cada persona que he conocido, cada uno es especial. Recuerdo con cariño a mis amigas de la niñez, con sus vidas tan diferentes a las mías. A las amigas del cole, a cuales a alguna aún sigo llamando. Cuando hice fp, o los compañeros de mi primer trabajo. Se me pone una sonrisa bobalicona cuando recuerdo la cara que ponía cuando hablaba con algún chico que fue especial para mí. Cuando estoy con una persona, me transmite mucho. Si estás triste o alegro puedo intuirlo y si tenemos confianza puedo ver en tu mirada mas allá de tus palabras. Muchas veces hace falta eso, sólo una mirada para saber y sentir muchas cosas. Es muy fácil hablar con alguien que está al otro lado del teléfono, o en la comodidad de su sofá mientras chateas. Puedes poner caras, o pensar que te aburre la conversación sin que la otra persona lo note. Lo difícil es el cara a cara, el observar los gestos y la expresión del rostro. No obstante, eso también puede ser engañoso, ya que hay veces que vemos lo que queremos y no lo que realmente es. Cogemos la realidad y la modificamos para que nos ofrezca la cara que queremos. Con lo que no  nos podemos engañar es con los sentimientos. Una persona te puede decir que no tiene miedo a las arañas pero si no es verdad te transmitirá su pánico cuando el insecto le acaricie la mejilla. Tú me puedes decir que me quieres, pero si no siento tu cariño las palabras no tendrán validez. Tal vez le damos demasiada importancia al lenguaje, cuando deberíamos dársela al sentimiento, al cruce de miradas, a una sonrisa furtiva, a un beso inesperado... En este sentido los animales nos llevan ventaja. Dile a un perro que tienes miedo y no te atacará, siéntelo y él sabrá que no te gusta. Me he dio un poco del tema, aunque en el fondo está todo relacionado, ya que me quedo con la esencia de las personas y por eso cada una de ellas es especial para mí y recuerdo con cariño lo que me transmitía. Si hace tiempo que no nos vemos tal vez no sepa decir cual es tu color de ojos, pero sí lo que sentía cuando me mirabas. El tema de las miradas y de lo que transmiten se merece una entra a parte que dejaré para otro día.

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