jueves, 9 de diciembre de 2010

Y LLEGÓ LA NAVIDAD

Turrones en el armario, mazapanes guardados y un bonito y pequeñito árbol de navidad en la entrada. Ya es navidad. En el corte-inglés desde hace días, en mi humilde casa desde ayer por la tarde. Es el primer año en el que monto el arbolito. Van a ser mis primeras navidades sola. Bueno, hace años también estuve sola... pero era diferente... A lo que voy. Tengo la sensación de que el año 2011 me prepara grandes sorpresas. Un año supe que iba a ser mamá en verano, otro que iba a ser propietaria junto con José María, mi banquero, y el que fuera mi marido. ¿Y ahora? ¿Qué sorpresas esconden los doce meses? Los peques cumplirán un año mas cada uno, su madre se hará un año mas vieja... ¿y qué mas? ¿Volveré a tener mi comida anual con aquella vieja amiga? ¿Tendré nuevos amigos? ¿Celebraré algún aniversario? No le quiero pedir nada al año entrante, igual que no le voy a prometer que comeré mejor y haré algo de ejercicio. Sólo le pediré una cosa, que no me de sustos. Toda la gente que conozco está bien en este mundo y no me apetece que se vayan. En realidad no quiero saber, a día de hoy, todo lo que me va a suceder en los próximos 365 días, contando desde el 01/01/2011, pero me gusta cerrar los ojos e imaginarme lo que quiero que suceda. Quiero quedarme como estoy. Bueno, si me suben el sueldo y/o me bajan la hipoteca, no voy a protestar, pero por lo demás... Ahora soy feliz. La alegría ha entrado por la puerta y no tiene intención de marcharse, así que con ella sé que voy a ser capaz de afrontar este nuevo año con optimismo. Para ser sincera diré que no soy una persona muy dada a ver el lado negativo de las cosas, y que tiendo a hundirme ante las dificultades, pero por otro lado soy luchadora y aunque esté en el fondo del pozo sé que voy a salir de él. Bueno, que me salgo del tema. Es navidad y ahora toca escribir la carta a los reyes magos. Esas tres grandes personas que traen felicidad a todos los niños y a algunos adultos. Curiosamente tengo muy claro lo que van a traer a las tres personas que estos momentos son importantes para mí, lo que no sé es que pedirles yo. He sido buena este año, he hecho feliz a la gente y planeo alguna que otra sorpresa para el año venidero que va a hacer feliz a alguien. Pero no tengo nada en mente que quiero. Bueno, en realidad sí. Una gran lavadora y un gigante canapé, pero son cosas que pesan mucho y aunque son tres los hombres que lo traen, no pueden con ello. Cuando de una vuelta por un centro comercial veré a ver que se me ocurre pedirles. Hasta entonces, sólo les diré que no quiero nada, con quedarme como estoy me conformo. Imagino que lo repetiré a lo largo de estas fechas, pero por si acaso... ¡¡Feliz navidad!!

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