lunes, 8 de noviembre de 2010

FIN DE LA GUERRA

La guerra, por mi parte, ha tocado a su fin. La última batalla estaba muy estudiada por Razón y en esta ocasión Corazón no ha dicho ni pío. Sabe que no tiene nada que decir y ni siquiera lo ha intentado. Siente pena, eso sí, porque nunca es fácil ver según que cosas. Pero a la vez está optimista, tiene ganas de luchar, de seguir mirando hacia adelante. Lo ha hecho desde siempre y no va a dejar de hacerlo ahora. Sabe que se encontrará con una nueva guerra, que será dura la batalla, pero ahora está más fuerte que antes. Razón le ha dado varias lecciones importantes. En esta guerra, que pensaba ganada, se ha dado cuenta de que no puede con todo. Ha sido, con creces, lo mas difícil de asimilar. Otra cosa que ha aprendido es que las cosas llevan su tiempo, que no hay que correr antes de andar, aunque yo no estoy del todo convencida que le haya quedado muy claro. Bueno, el tiempo lo dirá. No tengo ninguna prisa para comprobarlo, aunque ya se sabe que estas cosas no entienden de días. Poco mas puedo decir. Tan sólo solidarizarme con aquellas personas que en algún momento pasaron lo que acabo de pasar y decirles, que aunque parezca que no, todo se pasa. Y un buen día brillará el sol. No tan intenso como antes, sino más.

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