domingo, 23 de mayo de 2010

Frigopie.


Un pie helado me toca por debajo de la sábana. El primer impulso es apartarlo. No lo hago. Luis me abraza. Su mano, grande y caliente se pasea por mi brazo hasta llegar a la mano. Sus dedos, entrelazados con los míos hacen que me olvide momentánea mente de su pie helado. La respiración se vuelve pausad, signo inequívoco de que vuelve a estar sumergido en el maravilloso mundo de los sueños. Sonrío. Recuerdo sus palabras una noche en un bar.
-Lo que peor llevaré de cuando me eche novia será el dormir con ella, estoy acostumbrado a dormir sólo.
Hace mucho tiempo de eso, han pasado muchas cosas desde entonces. Ahora sólo pienso en cerrar los ojos y volver a dormir antes de que el sonido de la radio me indique que un nuevo día comienza.

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