miércoles, 4 de octubre de 2017

A VECES...

Entrada que va sobre el proceso que sigue un gran sueño hasta que se consigue.

 
 A veces la vida nos pone a prueba. Nos presenta a nuestro sueño y nos sitúa en el otro extremo de la cuerda.

   A veces nos encontramos corriendo en dirección opuesta a él, porque hemos encontrado otro sueño aún mejor que el primero.

   A veces frenamos en seco y nos damos cuenta que estamos en medio de dos sueños. Por un lado el que creíamos tener y por el otro el que perseguíamos en un principio.

   A veces ese sueño que creíamos tener nos demuestra que no es tan grande como nos pareció en un un principio. Y poco a poco le quitamos la etiqueta de "sueño".

   A veces nos rendimos. Nos sentamos en el suelo y bajamos la cabeza con los ojos cerrados. Hemos abierto los ojos se par en par y el dolor nos obliga a cerrarlos una y otra vez. Pero llega el momento en el que vemos la realidad a pesar de la oscuridad.

   A veces nos levantamos con los ojos aún cerrados. Sin ganas, sin fuerzas, sin ánimo. Sólo porque nuestra naturaleza de personas luchadoras nos empuja hacia arriba.

   A veces abrimos los ojos y vemos a nuestros pies un abismo. Un gran abismo. No sabemos dónde nos lleva. Tal vez a nuestro sueño, tal vez muy lejos de él, tal vez... No lo sabemos. Sólo sentimos ganas de saltar al vacío y descubrir qué hay al final del mismo.

   A veces miramos a nuestro alrededor y vemos las caras de amigos y familiares. Cada uno tiene su opinión, nos ofrece un apoyo incondicional. Pero están lejos, muy lejos. Porque nuestro dolor y alegría no pueden sentirlo. La decisión es nuestra. No podemos quedarnos donde estamos porque ya hemos visto el abismo, la solución a nuestros problemas. La decisión está tomada, incluso antes de saber que lo hemos hecho.

   Y saltamos. Y caemos por un agujero donde nos acompañan las palabras "y si", "me estoy equivocando", "ojalá salga bien". Amerizamos en un mar de lágrimas. Recordamos nuestro sueño, ese que conseguimos alcanzar pero que no era tan brillante como pensábamos, ese al que le quitamos la etiqueta de "sueño". Y seguimos nadando desesperadamente buscando el camino que nos lleve a nuestro primer sueño. Ese gran sueño que todos tenemos. Un sueño que estaba en el otro extremo de la cuerda. Y tal vez, sólo tal vez, de esa manera lleguemos a conseguirlo, porque los sueños grandes requieren grandes luchas.

   Y tu gran sueño... ¿Cuál es?
 

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