domingo, 4 de marzo de 2018

DEDICADO A UNA ESTRELLA QUE ESTA NOCHE BRILLARÁ CON FUERZA.

Entrada en la que hago un pequeño homenaje a una persona que no podrá leer estas letras.

   Y la vida es así. Da igual con que noticia te despiertes. Si es buena o mala. Si fuera llueve o hace sol. Si has dormido del tirón o no has pegado ojo. En cualquiera de los casos debes levantarte y lavarte la cara, los dientes y diluir en el agua esa mala noticia que te han dado. Porque cuando te despiertas con una noticia triste debes hacer algo para sobreponerte al dolor.

   Hoy es un día triste para mí. Desde esta mañana mi abuela tiene a uno de sus hijos con ella. Me gusta pensar que cuando abandonamos este mundo alguien nos espera al final del túnel. Quizás esa idea me facilita la difícil labor de asumir que nadie ha venido para quedarse. Hace años que no veía a mi tío, la distancia física y la vida nos llevó por caminos que no se cruzaron. Pero el sentimiento de pérdida está ahí. La tristeza de saber con certeza que ya nunca nuestros caminos se van a cruzar. No sé, la verdad es que las palabras hoy no tienen vida propia. Me cuesta escribir. Al rato de conocer la noticia, gracias a una persona que me buscó, me encontró y siempre está ahí. Como decía, al conocer la noticia un pensamiento me ha venido a la mente. Y es que no sólo ve la persona que se va toda su vida, sino que las personas que nos quedamos también recordamos a modo de película las situaciones vividas con ese familiar que hoy ya no está con nosotros.

   Allá donde estés, Ramón, aquí tienes mi pequeño homenaje. Y aunque sé que es demasiado tarde, gracias por esas palabras de la última vez que hablamos por teléfono. Espero que cuando llegue mi hora tú seas una de esas personas que esté al final del túnel. Te quiere, tu sobrina.

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